viernes, 20 de julio de 2012

Mis vacaciones copleras...

Debo entonar el mea culpa –siempre con un tono de lo más coplero- a causa del abandono al que os he sometido las últimas semanas pero lo cierto es que el estrés del trabajo, el agotamiento físico, los nervios por diversos motivos y el calor –sí, éste ha sido el factor determinante- me llevaron a adelantar mis vacaciones de verano y puse rumbo a las siempre encantadoras playas de Cádiz, donde he disfrutado del mar, del sol, de un buen libro y, cómo no, de mucha copla. ¡De eso no puedo desconectar!

En la final del programa pasé muchísimos nervios, casi tantos como cuando me saqué el carnet de conducir, que fue toda una aventura que ya os contaré… Pero los nervios de esa gala fueron distintos: de emoción, de sorpresa, de alegría y sobre todo de satisfacción por el reconocimiento al trabajo bien hecho, a una carrera inmaculada, a una voz hechicera y a un corazón grande. ¡Jonathan, enhorabuena!

Pues así estaba yo, tirada en la playa como un lagarto al sol, cuando entendí que mis días de descanso no serían un plan redondo hasta que no me hiciera un planin de los conciertos de esta quinta edición de “Se llama copla”. He podido disfrutar de esos niños maravillosos y su derroche de arte en algunos de ellos pero me quedo sin duda con el de La Línea.

Fue más qué un concierto, fue una de esas imágenes que me apunto en mi memoria para no olvidar, para recuperarla en momentos malos y recordar que siempre hay motivos para sonreir, que siempre hay gente que, quizás sin saberlo, te hacen feliz. Eso fue exactamente lo que consiguieron Jonathan Santiago y Álvaro Díaz: arrancarme la mayor de las sonrisas y emocionarme en cada canción con un repertorio insuperable. 

Por eso quería daros las gracias desde aquí y brindaros mi apoyo para que sigáis llevando vuestra voz por todos los rincones de Andalucía porque al final, ese sueño vuestro de cantar es el nuestro también, el de todos los que os seguimos, el de todos los que esperamos deseosos el próximo concierto y el de todos los que somos un poco más felices cuando la copla empieza a sonar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario