He de reconocer que cuando me enteré que la quinta edición de “Se llama copla” se iba a dividir en dos fases la idea me dio que pensar, incluso me atrevería a decir que fui un poco reticente a este giro inesperado. Supongo que la causa se debe a que los cambios no siempre son bien acogidos, ¡nos resistimos a cambiar! Pero ahora me doy cuenta que es necesario, ¡renovarse o morir!
La primera razón por la que me ha cautivado esta segunda fase, es porque vamos a poder disfrutar muchos más meses de “Se llama copla”, quienes sean fanáticos como yo, me entenderán.
Considero que es necesario una bocanada de aire fresco, un cambio en la dinámica del programa. Con este giro los concursantes se están dando cuenta que nadie es imprescindible, y esto les ha hecho esforzarse aún más si cabe, demostrándolo en la final de la primera fase, donde los concursantes se dejaron la piel y la garganta en el escenario, ofreciéndonos actuaciones magistrales. Y porque lo que queremos es disfrutar de actuaciones memorables, y escuchar copla, mucha copla.
Además estoy muy emocionada, porque creo que vamos a ser testigos de una de las finales más vibrantes de la historia de “Se llama copla”. La Gran Final, a partir de mayo, recogerá a los diez mejores concursantes de estas dos fases, lo que quiere decir, que estos diez artistas estarán allí por derecho, porque habrán sido capaces de superar más pruebas que otros concursantes de otras ediciones. Será una final reñidísima, donde estoy segura se llevarán a cabo interpretaciones únicas, que nunca antes se han dado…
Los cinco primeros finalistas ya los conocemos, y ahora nos queda por descubrir quiénes ocuparán los cinco banquitos restantes… En la pasada gala vimos la presentación de los nuevos concursantes, y aunque todavía es temprano para juzgarlos, auguro que se lo van a poner difícil a los antiguos.
Creo que hay concursantes buenos, y que nos ofrecerán grandes momentos. Una de ellas es Inmaculada Pérez, a mi parecer es todo un personaje en sí misma, me recordó en su actitud a la inolvidable Mercedes Ríos, por lo que… ¡el espectáculo está asegurado! Después destacaría a Oscar Calderón y Manuel Cribaño, dos chicos que cantan precioso y su perfil es muy coplero. Y me gustaría resaltar a Ana Pilar, pienso que su papel es fundamental dentro del concurso, ofrece otro estilo de copla, necesario dentro del repertorio, y por supuesto, porque verla encima del escenario es todo un placer para los sentidos.
Pero de todos, a mi parecer sobresalen tres, que creo pueden dar mucho en esta fase e incluso llegar a convertirse en finalistas. El primero es Carmelo Gutiérrez, ¡canta genial!, es rotundo y posee una garganta portentosa. Después está Álvaro Rey, ya me gustó mucho cuando se presentó en la segunda edición, y creo que era necesario que entrara de nuevo y demostrase su potencial; y por último, me gustaría destacar a Nazaret Marcos, aunque es muy inexperta, y carece de soltura en el escenario, creo que estamos ante el descubrimiento de esta fase, su voz es todo un caramelo y podremos disfrutar de su evolución.
Estas son mis grandes apuestas, pero nada está decidido. El programa da muchas vueltas y los que ahora destacan… ¡puede ser que mañana no! Además seguro que hay cartas debajo de la manga y vendrán futuros retantes muy potentes, que nos trastocarán todos nuestros esquemas.
La segunda fase ha empezado pero hay algo que continúa… ¡la protagonista indiscutible será La Copla!