lunes, 11 de junio de 2012

Semifinal de infarto

La gala que vivimos el pasado sábado en “Se llama copla” fue no apta para cardíacos. Nunca se vivió una semifinal con tanta tensión… La noche no dejó de sorprendernos por muchísimos motivos: Álvaro Díaz se convierte en el primer finalista gracias a la puntuación del jurado y elige a Ana Pilar para que lo acompañe en la final; Inés Robles (peor puntuada de la noche) e Inmaculada de Herves (una de las apuestas fuertes de la segunda fase) se retan, siendo Inma, para la sorpresa de muchos, la última expulsada… Pero por si esto fuera poco, en el reto entre Cintia y Jonathan, un empate técnico por parte del jurado, obligará a la audiencia a tomar la última palabra.
He leído toda clase de comentarios en estos días. Las redes sociales se han revolucionado, en lo que al parecer, califican como la mayor injusticia habida en el programa. Personalmente, creo que lo que vivimos el sábado fue una consecuencia más de un programa en directo en lo que nunca sabemos lo que puede pasar.  Aunque entiendo vuestras reacciones, aquí me pasa algo curioso, y es que tras nueve meses de concurso y disfrutando del nivelazo de esta 5ª edición… ¿qué dedo me corto que no me duela? Claro que me duele no ver a Inmaculada de Herves en la final, pero como también me duele no ver a Manuel Cribaño, Nazaret, Álvaro Rey… ¿Acaso lo que pasó con Inma es más injusto que lo que vivieron ellos? No. Simplemente cuatro son los finalistas y todos, desgraciadamente, no pueden llegar… Habrá quien no esté de acuerdo con que Ana Pilar o Inés estén en la final pero también me consta que hay mucha gente que está encantada… ¡para gustos los colores!
Por supuesto, me quedo con el disgusto por tener elegir entre Jonathan o Cintia, ¡eso sí que me parece duro! Pero en este caso, no le echaré la culpa al programa… Todos coincidimos en el nivel de los dos y en este caso, me parece que Álvaro debería haber sido más consecuente con la actuación y evolución de sus compañeros, y haber elegido para ser finalista a unos de los dos… Pero cuando tu criterio es el amor, pasa lo que pudimos ver el sábado: una noche marcada por grandes incongruencias.
Por supuesto que se podría haber evitado el reto entre Jonathan y Cintia, pero tanto Álvaro como Inés decidieron libremente, y ellos de alguna manera, fueron los que marcaron el devenir de la noche. Ellos con sus elecciones dejaron en la estacada a dos compañeros que merecían estar en la final, evidentemente, tuvieron en cuenta sus intereses pero no olvidemos que esto es un concurso y aquí todo vale para conservar un banquito.
Después de lo que viví el sábado me quedo con esta moraleja: cualquier decisión que tomemos, tiene grandes consecuencias. A veces, habría que pararse y reflexionar, para evitar posibles arrepentimientos.